Acueducto veredal en San Vicente

Corrientes, así fue nombrada una pequeña extensión de tierra en el municipio de San Vicente, Oriente antioqueño, cuando sus primeros pobladores se encontraron con una zona rica en quebradas, lagunas y fuentes de agua. Desde aquel momento hasta nuestros días, la tradición de beber el líquido directamente desde los nacimientos y de lavar la ropa sobre las piedras, se ha logrado mantener entre los pobladores que pudieron conservarse en pie, pese a la presión de los grupos armados en la zona.

Esta tradición parece estar llegando a su fin, ya que la Administración anterior en conjunto con Empresas Públicas de Medellín, contrataron la construcción del acueducto para el corregimiento, obra que acaba de concluirse y que espera ser entregada a la Junta de Acción Comunal en los próximos días. “Este proyecto es necesario para mejorar la calidad de vida de la comunidad. Sin embargo, unos pocos habitantes se opusieron a esta intervención porque consideran que el agua les pertenece y que más que un beneficio, tendrán un nuevo problema como será el pago del agua”, expresó María del Socorro Barrera, presidente saliente de la JAC.

Mientras en gran parte de las regiones más apartadas del departamento claman porque se les instalen los servicios de acueducto y alcantarillado, con lo que algunos están de acuerdo en este territorio, otros siguen pidiendo que se les respete esta tradición y que no se les imponga el pago por el líquido vital.

Gilberto Álvarez, secretario de Obras Públicas de San Vicente, ha reconocido también que la comunidad ha tenido una actitud poco positiva para recibir el proyecto. “Al parecer, pese a que se trabajó con los habitantes de Corrientes, han estado renuentes porque supuestamente el agua que siempre han tomado del Alto de Los Cachos les pertenece. Sin embargo, hay que saber que por ley las aguas no son de nadie. Con el fin de que la comunidad pueda asimilar las obras y conozca sus beneficios, estamos realizando un trabajo de sensibilización a través de Cornare, la Secretaría de Servicios y la Alcaldía Municipal”.

“Lo que se busca desde la Secretaría de Servicios Públicos es garantizar unos buenos servicios públicos a las 360 personas que componen la zona central del corregimiento, con calidad, de agua, acueducto, aseo y alumbrado público, a bajos costos”, concluyó Álvarez.

Otras necesidades a través de la historia

A pesar de que la historia cuenta que los trabajos de construcción de la vía entre Corrientes y la vereda El Porvenir fueron iniciados en 1967 y terminados el mismo año, gracias al dinero que recogieron los pobladores y el alquiler de algunas máquinas, las necesidades del corregimiento han venido aumentando progresivamente.

Según María del Socorro Barrera, presidente saliente de la JAC, aparte del acueducto se deben llevar a cabo otros proyectos como por ejemplo el mejoramiento de la vía Corrientes-Peñol, ya que se encuentra en muy malas condiciones. Así mismo indicó que tienen un colegio con una pésima infraestructura y un quiosco caído. "Todo viene desde el momento en que los grupos armados empezaron a llegar a esta zona, causando así el desplazamiento de muchas personas. Así mismo el Estado se fue olvidando de nosotros, hasta encontrarnos en estas condiciones".

Vía El Mundo

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