En el municipio de La Ceja del Tambo con la participación de 340 personas con discapacidad de 14 municipios, se llevo a cabo el Festival Ambiental de Cornare, donde el talento y los mensajes ambientales con presentaciones culturales fueron el epicentro de la conciencia ecológica.
Más que un evento, fue una celebración de las capacidades, de las historias y de la fuerza de cientos de jóvenes que viven su relación con el ambiente desde lo cotidiano: desde sus aulas, sus familias, sus instituciones y sus territorios. Durante la jornada hubo talleres creativos, actividades sensoriales, muestras artísticas y ejercicios prácticos alrededor del reciclaje, la protección del agua y la biodiversidad, todos adaptados para garantizar una participación plena.Los grupos de los 14 municipios de la Zona Páramo llegaron con su propia identidad: comparsas, carteles, manualidades y mensajes ambientales que le dieron al festival un sello auténtico, diverso y profundamente humano. Cada delegación aportó una mirada distinta sobre cómo cuidar el territorio, pero todas coincidieron en algo: la inclusión también construye sostenibilidad.Cornare destacó que este tipo de encuentros buscan fortalecer procesos educativos y comunitarios, además de visibilizar el papel de las personas con discapacidad como agentes de transformación, Para el municipio de La Ceja, eso quedó más que demostrado: hubo sonrisas, aprendizajes, abrazos y un mensaje claro de que el ambiente se protege entre todos. El Festival Ambiental cerró dejando una estela de optimismo y con la promesa de seguir abriendo espacios donde la diversidad y el territorio se encuentren para crear futuro.
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