10 animales asombrosos: Comportamientos extremos

Por: Juan Fernando Pachón Botero

jufepa40@hotmail.com
@JuanFernandoPa5 

La evolución de las especies (propuesta por el naturalista inglés Charles Darwin) con su dinámica propia, ha dotado de ciertos rasgos específicos a las diferentes formas de vida de la naturaleza (incluida la especie humana). Es una cuestión de supervivencia, donde la ley del más fuerte se impone de manera cruel y despiadada, pero a la vez sabia y necesaria para el equilibrio del ecosistema. Son características singulares que le imprimen de alguna manera, cierta “personalidad” a cada ser viviente por primario que éste sea. Sin embargo, existen algunos ejemplares que, dado su extravagante y atípico comportamiento, se alejan de los estándares conocidos (o que al menos creemos conocer). A continuación, un breve sumario de algunos de los especímenes más excéntricos y raros del planeta, que con sus curiosas rutinas asombran y espantan a propios y extraños.

10. MOSCA COMÚN

Desde que el hombre puebla la tierra ha tenido la compañía de estos ancestrales y polémicos insectos, que poseen varias características que los catapultan en el top de animales curiosos. Tienen el sentido del gusto en sus patas. Sus múltiples ojos les permiten una privilegiada vista de casi 360 grados. Poseen un sistema celular ultrasensible a la presión del aire encima de ellas, lo que hace muy difícil matarlos con las manos (por eso el matamoscas típico tiene varios agujeros, para disminuir la presión del aire) Por contradictorio que parezca, son sumamente limpios, ya que suelen frotarse constantemente las patas para eliminarse la suciedad. Solo viven un promedio de 20 días, aunque algunas solo viven 1 día. No obstante, su hábito más repugnante es la costumbre de vomitar sobre su propia comida para luego comérsela. Tal parece que, ante la ausencia de un sistema digestivo y su incapacidad para morder, expulsan unos jugos gástricos que disuelven los alimentos sólidos encontrados a su paso para así poderlos ingerir, pero ya en su forma líquida.

9. LEÓN (PANTHERA LEO)

El rey de la selva con esa mítica estampa de poderío y grandeza que lo caracteriza, también tiene sus vicios. Recientes estudios científicos evidenciaron que un gran número de leones en su etapa de adolescencia mantienen relaciones homosexuales, como parte de su aprendizaje sexual. Ya en su etapa adulta, el león líder suele mantener “affaires” con sus rivales machos, para asegurarse su lealtad  No obstante, lo más inquietante de su conducta felina son sus bajos instintos a la hora de buscar pareja. Cuando un macho solitario con intenciones de fundar un clan encuentra a una hembra con sus crías, no escatimará esfuerzos en arrebatárselas para luego matarlas. Más desconcertante aún, es la actitud indolente de la leona, que luego de un corto duelo, se presta para el vínculo con el asesino de sus propios cachorros. Increíblemente, pueden llegar a copular más de cien veces en un solo día: “auténticas maratones amatorias”. Se cree que este peculiar comportamiento se debe a que las leonas luego de perder a sus crías, tienen la imperiosa necesidad de volver a engendrar… y esto los leones bien lo saben.

8. PEZ PAYASO (AMPHIPRIONINAE)

El simpático pez de la película animada de Disney Pixar “Buscando a Nemo” es nuestro siguiente invitado. Su apariencia vivaz le da el nombre, pero no se engañe, pues su colorido aspecto es un mecanismo de advertencia para ahuyentar a sus posibles depredadores, dadas sus altas cualidades venenosas. Gran parte de su existencia viven dentro de las venenosas anémonas (animales marinos de tentáculos urticantes). Desde temprana edad forman una relación casi simbiótica con estos peligrosos gigantes del océano. El pacto es muy sencillo: “la anémona les brinda protección y los peces le retribuyen el favor librándolos de incómodos parásitos”. No obstante, su característica más especial es su hermafroditismo, ya que nacen dotados con órganos sexuales masculinos y femeninos. El pez más grande del grupo es la hembra y el que le sigue en tamaño es el macho. El resto son asexuados. Cuando la hembra muere, el macho se convierte en hembra y el más grande de los asexuados se convierte en macho. ¡Es un ciclo perfecto!

7. CABALLITO DE MAR (HIPPOCAMPUS)

Entre los peces del mar, quizás el popular caballito de mar es uno de los que goza de mejor reputación, dada su graciosa apariencia y armoniosos movimientos. Pero no se extrañe si vislumbra a un ejemplar del género masculino en estado de embarazo, ya que su función natural es dar a luz. Es así como la hembra inserta los huevos maduros en la bolsa incubadora (denominada marsupium) dispuesta en los machos (la misma que tienen los canguros y koalas; otros marsupiales), que pacientemente llevan durante casi seis semanas a sus futuras crías; brindándoles los nutrientes necesarios para su correcta gestación.

6. VIUDA NEGRA (LATRODECTUS MACTANS)

Este singular arácnido hembra nativo de Norteamérica, desafía las leyes naturales establecidas, pues es cuatro veces más grande que el macho y pesa treinta veces más. Pero lo que realmente desconcierta a los científicos del mundo (aparte de la resistencia extraordinaria de su seda, la cual es más fuerte que el acero) es su bizarro comportamiento en la etapa de apareamiento, ya que generalmente suele despachar a su consorte al tenor de una mordida mortal. Lo más inquietante del asunto es que el macho, sabedor de su trágico destino, se presta para este peligroso juego, mutando de amante a presa (sirviendo de alimento a su pareja para garantizar una exitosa puesta). Se cree que este macabro ritual se debe al hecho de que la hembra queda muy débil después de la cópula y necesita de los nutrientes del macho para retomar las fuerzas y así poder asegurar la crianza de la futura generación: “¡El altruismo supremo en ocho patas!”.

5. PEPINO DE MAR (HOLOTHUROIDEOS)

De la familia de los equinodermos, este animal de apariencia prehistórica que vive en el fondo de los océanos nos regala uno de los espectáculos más repugnantes del planeta. Cuando es acechado por un adversario, se recoge sigilosamente a la espera del momento oportuno para expulsar sus propias vísceras, que sirven de alimento al incómodo huésped; distrayéndolo pasajeramente y permitiendo así el pertinente escape. Pero lo más asombroso del caso es que tienen la capacidad de regenerar nuevamente sus órganos perdidos en batalla. Y pensar que esas mismas entrañas son ingredientes de lujo en algunos exóticos platos de sushi.

4. RANA PELUDA (TRICHOBATRACHUS ROBUSTUS)

Este Batracio propio de los bosques húmedos africanos, de complexión robusta y extraña apariencia, debe su nombre a los numerosos filamentos en su piel que asemejan pelos, pero en realidad es un extenso complejo arterial. La finalidad de dicha estructura es aumentar la superficie dérmica y así captar mayor cantidad de oxígeno del ambiente, necesario para su supervivencia. Sin embargo, la cualidad que la hace única en el reino animal es su sofisticado y horroroso mecanismo de defensa. Esta especie está dotada de una garra retráctil interna de hueso (parecida a una uña de gato), que en caso de amenaza súbita saca de manera instantánea para lastimar severamente a su contendor. Pero lo más sorprendente es que para tal fin debe romper su propia piel con esta especie de garfio. No se sabe a ciencia cierta que sucede después de la agresión. Se cree que nuevamente retrae las garras y regenera los tejidos afectados, lista para la próxima defensa.

3. HORMIGA CAMPONOTUS SAUNDERSI

De origen malayo, este insecto desconcierta por su extremo comportamiento suicida. Se sabe que cuando es atacado por un depredador, se agazapa para posteriormente explotar por los aires literalmente; impregnando su letal toxina al desafortunado visitante. Para tal fin contraen sus músculos, de tal forma que sus glándulas internas, repletas del veneno mortal, estallan en pedazos. Sobra decir que tanto la hormiga como el atacante mueren en el acto. De esta manera envían una señal de alerta a sus enemigos naturales; evitando futuras confrontaciones que atenten contra la supervivencia de su propia especie: “Auténticos kamikazes del reino animal”.

2. MANTIS RELIGIOSA

Su descripción perfectamente podría encajar en la de una criatura mítica: “Posee cinco ojos y un solo oído localizado en el tórax, su cabeza gira 180 grados, es de color verde y sumamente agresivo”. Se trata de la mantis religiosa, nombre que toma dada la posición de “santo en oración” que adopta antes de atacar a sus presas. Su agresividad es tal que en algunas ocasiones en el proceso de apareamiento, la hembra sujeta al macho contra el tórax y empieza a devorarlo vivo. Primero se come sus ojos y gran parte de la cabeza, luego continua con la garganta, donde se sitúan los nervios que controlan su conducta sexual. Entonces, ya sin ningún tipo de inhibición, se presta a una pasión furiosa; empujando con desenfreno hasta finalmente encontrar la muerte.

1. SAPO DE ALTONA

En el año 2005 en un estanque de Altona, una localidad de Hamburgo (Alemania), se presenció uno de los espectáculos naturales más escalofriantes de los últimos tiempos. Cerca de un millar de sapos explotaron en mil pedazos. Según varios testigos de la dantesca escena: “parecía una película de terror”. El sitio fue bautizado como el estanque de la muerte. Decenas de científicos acudieron al lugar de los hechos para estudiar el caso,  y se tejen varias hipótesis. La más probable parece ser el ataque de un grupo de cuervos de la zona. Según análisis de los cuerpos, los cuervos extraen de un certero picotazo el hígado del anfibio. El animal ante tal embestida, y como único dispositivo de conservación, se infla hasta tres veces su tamaño natural. Pero ya sin su hígado y con un gran orificio en el cuerpo; explotan sus pulmones y vasos sanguíneos. Es tal la fuerza del estallido que sus entrañas vuelan hasta un metro a su alrededor. El paisaje es tan espantoso que aún después de la explosión siguen luchando varios minutos, agonizantes y con las tripas derramadas, hasta morir.

Por más insólitos que parezcan sus actos, la única finalidad de estos animales, lejos de posar para las cámaras, es su eterna lucha por conservar su estatus en la naturaleza. Sus sofisticados mecanismos desarrollados no son caprichosos designios del azar, son el resultado de millones de años de acoplamiento desde la exigencia misma del medio que los rodea, so pena  de desaparecer de la faz de la tierra. Bajo ningún punto de vista deben entenderse estos sucesos como comportamientos gratuitos y aleatorios, simplemente son situaciones extremas con un propósito claro y definido en pos de la supervivencia, fruto de su asombrosa capacidad para adaptarse a las duras condiciones de vida, labradas por la inercia propia de la evolución natural, tan milimétrica y perfecta.

(Visited 4 times, 1 visits today)

COMMENTS