10 Grandes forajidos duros de cazar

Por: Juan Fernando Pachón Botero

jufepa40@hotmail.com
@JuanFernandoPa5 

A lo largo de la historia el mundo se ha dividido en dos bandos: “los buenos y los malos”. De pequeños era una cuestión lúdica donde solíamos jugar a los policías y ladrones. Pero a medida que la conciencia se va moldeando entendemos que es un asunto mucho más serio. Quienes eligen el camino del mal deberán ser consientes de las serias implicaciones que acarrea dicha opción, a sabiendas de que sus vidas estarán marcadas, tarde o temprano, por la tragedia y la desgracia.

Las diferentes sociedades del planeta han tenido que lidiar con esta cara oscura y siniestra de la especie humana: “la maldad”, que ha sido la causante de la gran mayoría de guerras y conflictos en diferentes épocas. No obstante sus protagonistas, a pesar de su abominable hoja de vida, generan cierta fascinación en el imaginario popular. He aquí algunos de los más reconocidos criminales que han hecho de sus ignominiosos actos una forma de vida, generando incluso grandes empresas, verdaderos imperios del mal:

10. FRANK LUCAS

La hegemonía de la mafia italiana, enquistada en EEUU, sufrió un severo golpe el día que un negro sin educación alguna, oriundo de Carolina del Norte, que no sabía leer ni escribir, ni siquiera contar, se dio a la tarea de revolucionar el tráfico de drogas de una manera nunca antes vista, convirtiéndose en el máximo jefe del crimen organizado de Harlem (Nueva York) en la década de los setenta. Frank Lucas, el padrino negro como se le conocía, no solo será recordado por su crueldad y ambición, sino por su particular método de traficar heroína, la cual traía directamente desde Vietnam, introduciéndola en EEUU utilizando ataúdes de soldados muertos en combate. Fruto de esta sofisticada operación, su fortuna personal crecía a la par que morían miles de compatriotas en el campo de batalla y otros miles en las calles de Nueva York, por cuenta de las incalculables sobredosis de la bautizada “blue magic”, la heroína que era tan pura que “muchos se quedaban en el viaje”. Luego de entregarse a una vida de lujos y excesos gracias a las regalías de su negocio, llegando incluso a ganarse un millón de dólares diarios, fue puesto tras las rejas. En el proceso penal fue sentenciado a setenta años de prisión, pero al poco tiempo de reclusión se convirtió en informante estrella, abriendo 150 nuevos casos relacionados con la red del tráfico de drogas, donde se vieron involucrados cientos de militares y policías corruptos. Gracias a la ayuda prestada por el capo y a la defensa bravía del propio policía que lo capturó (Richie Roberts, quien más tarde se convertiría en su amigo), su pena se redujo a tan solo 7 años, quedando libre en 1991. En la actualidad, a sus 81 años de edad, se pasea plácidamente por las calles de Nueva Jersey como toda una leyenda…y pensar que un día se dijo de él: “mató a más negros que el Ku Klux Klan”

9. ABIMAEL GUZMÁN

También conocido como Presidente Gonzalo, este arequipeño ex catedrático de filosofía y graduado en derecho, lideró la denominada guerra popular en el Perú de los años ochenta, erigiéndose según sus propios seguidores como “la cuarta espada del comunismo” (después de Marx, Lenin y Mao). De personalidad ascética, poseedor de una disciplina férrea, huraño y obsesivo, así era definido por sus más allegados el fundador del grupo armado Maoísta Sendero Luminoso, movimiento que puso en duros aprietos al gobierno peruano en el anochecer del siglo veinte. Fueron casi veinte años de lucha desde la clandestinidad, tratando de instaurar el régimen comunista en el Perú. Dueño de una retórica brillante y un discurso envolvente, sedujo a miles de campesinos para que se unieran a su causa armada. No obstante, quienes se opusieron a sus ideales se convirtieron de facto en objetivos de guerra, fueran militares, miembros del gobierno o simples civiles, dejando un saldo de cerca de 35.000 muertos. En 1992 fue capturado en una residencia de Lima junto con otros ocho activistas. Días después, una corte militar de jueces sin rostro lo sentenció a cadena perpetua por cargos de terrorismo contra el estado. El mundo aún recuerda esa dantesca imagen de un Abimael Guzmán vestido a traje de rayas y enjaulado cual rareza de circo, mientras arengaba vivazmente a sus seguidores a continuar  luchando sin desfallecer.

8. SALVATORE LUCANA “LUCKY LUCIANO”

A los 18 años ya tenía su propia banda, a los 35 ya era multimillonario, a los 40 fue encarcelado y desde allí seguía gobernando el bajo mundo, incluso mandó hundir al famoso trasatlántico Normandie, solo para conseguir beneficios extras en su reclusión. Posteriormente, aprovechando la segunda guerra mundial, negoció con EEUU su deportación a Italia, a cambio de desmantelar una red de espionaje alemana en Sicilia. Ya radicado en Italia, mandó asesinar al presidente de Panamá José Remón Cantera, debido a que un barco de su propiedad cargado de heroína líquida fue decomisado en el puerto de Colón. Luego, en su etapa más tranquila en Nápoles, lugar donde proyectaba escribir sus memorias y hacer una película sobre su vida, muere justo antes de estrecharle la mano al productor, supuestamente a causa de un infarto, pero hay un gran manto de duda sobre el hecho. Así fue la vida de cine del padre del crimen organizado, del mafioso siciliano al que nunca se le pudo comprobar su negocio de tráfico de drogas desde Europa, del proxeneta que enviciaba a sus prostitutas con heroína y luego les pagaba con droga, del hombre culto y refinado que a pesar de su rostro marcado por una viruela contraída en su niñez, ejercía un magnetismo animal sobre las mujeres. En pocas palabras, del “Capo di tutti capi – Capo de todos los capos -“. Tal vez por eso en su tumba reza la siguiente leyenda: “¿En paz?”

7. ILICH RAMÍREZ SÁNCHES “EL CHACAL”

Este terrorista venezolano con aspecto de celebridad y gusto por la buena mesa, las mujeres bellas y los vinos finos, fue el primer gran terrorista internacional (primero que Hussein y Bin Laden) Su padre le bautizó con el primer nombre del líder soviético Lenin: “Ilich”. De ahí se pueden entender sus raíces revolucionarias. Este auténtico sibarita de exquisito vestir y finas maneras, fue el hombre más buscado de su época, convirtiéndose en uno de los asesinos más célebres de la historia. La masacre de Múnich 1972, perpetrada por un comando terrorista palestino denominado Septiembre Negro, fue “la epifanía” que marcó los inicios de su fértil carrera como mercenario,  dedicándose así a vender sus servicios al mejor postor (principalmente a los gobiernos árabes). Aunque el trabajo que lo catapultó a la fama fue el secuestro de los ministros de la OPEP (Organización De Países Exportadores De Petróleo) bajo los servicios de la FPLP (Frente Popular Para La Liberación Palestina) en Viena en 1975. En 1994 fue capturado por la inteligencia francesa. Se cree que le seguían los pasos desde la guerra del golfo pérsico en 1991, donde presuntamente sería el planificador de los ataques terroristas de Saddam Hussein. Actualmente cumple cadena perpetua en una cárcel de Francia y aún conserva la clásica imagen de playboy, su sello personal.

6. JOAQUÍN ARCHIVALDO GUZMÁN LOERA “EL CHAPO GUZMÁN”

Estatura de pigmeo (1,55 m), sin embargo mujeriego encantador; coleccionista de pistolas bañadas en oro; amante de la carne de tortuga y declarado como el hombre más buscado sobre la tierra. Así es El Chapo Guzmán, “el narco con dotes de empresario” según el New York Times; que tuvo por cuna una caja para transportar tomates y ahora percibe tres mil millones de dólares al año por concepto de tráfico de drogas, cifra equivalente a las regalías anuales de Facebook. Guzmán, calificado de implacable y determinado, es conocido por ser el fundador de la organización internacional denominada “La alianza de sangre”, cartel que opera desde la ciudad de Sinaloa, la Sicilia mexicana. Desde niño ya ambicionaba ser rico, esto sumado a su gran inteligencia y violencia extrema, le llevó a ascender rápidamente en el negocio, convirtiéndose en el capo más poderoso y temido del mundo. Este narco de culto, con estatus de santo entre los pobres, que desafía frontalmente a los gobiernos de México y EEUU y ostenta una de las mayores fortunas del planeta según la revista Forbes, también tuvo que pasar un largo periodo en la cárcel. Capturado en Guatemala en 1993, acusado de asesinar al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en la mortal balacera del aeropuerto internacional de Guadalajara, estuvo 8 años tras las rejas, pero en una celda de lujo y cuando decidió acabar con sus vacaciones forzadas simplemente escapó, oculto entre un carrito de ropa sucia…eso sí, con la bendición de los corruptos guardias. Su paso en prisión en vez de restarle poder lo fortaleció más que nunca. En la actualidad, los tentáculos de su narcoempresa, que ostenta una red logística mayor que la de Amazon, abrazan con fuerza a 78 estados de EEUU, así como a gran parte de Asia, Europa, Oceanía y Latinoamérica. A la fecha no se sabe de su paradero, pero como dijo de manera valerosa el Arzobispo mexicano Héctor González: “Todos saben que Joaquín Guzmán vive en Durango, menos la autoridad”
   
5. JOHN HERBERT DILLINGER

La gran depresión de 1929 fue el escenario propicio para una generación de asaltantes de bancos que se convirtieron en íconos de la cultura popular, gracias a sus golpes casi perfectos con muy pocas víctimas y a sus imágenes idealizadas por un gran sector de la prensa y por el pueblo en general que veía en ellos a una especie de redentores justicieros, dada la pésima reputación de las entidades bancarias de la época, señaladas como las culpables de la hecatombe económica. Entre toda esta camada de Robin Hood modernos se destaca la figura enigmática de John Dillinger, quizás uno de los delincuentes más carismáticos y seductores del siglo pasado. Ya desde muy joven empezaba a forjarse su mito, desertando del ejército prematuramente y también robando coches para sorprender a sus múltiples conquistas, varias de ellas prostitutas. A los veinte años fue encarcelado por robar una tienda, cumpliendo una condena de 8 años y medio, destacándose entre sus compañeros de prisión por sus dotes de excelente beisbolista. Fue allí donde aprendió los trucos relativos al negocio, perfeccionando el arte a medida que  avanzaba en su frenética carrera delincuencial, asaltando varios bancos estatales. Pero el destino le condujo nuevamente a la cárcel en dos oportunidades más, protagonizando en ambas ocasiones escapes de película, en uno de ellos tallando una pistola de madera y amedrentando a los ingenuos guardias. Ya para entonces era declarado el enemigo público Número 1 de los EEUU, obligando a entrar en acción al FBI, que luego de una prolongada cacería humana logró darle de baja a la salida de una  sala de cine en Chicago, acribillando a tiros al hombre que hizo del robo una ciencia.

4. PEDRO ANTONIO MARÍN “MANUEL MARULANDA VÉLEZ” “TIROFIJO”

Teniendo en consideración su convulsa y agitada vida, es digno de destacar que muriera de causa natural a los 77 años, presuntamente de un infarto fulminante. Y es que Manuel Marulanda Vélez, alias que adoptó en honor a un líder sindical colombiano asesinado en la década del cincuenta, parecía tener las nueve vidas del gato: “sobreviviendo a infinidad de atentados en su contra, desmintiendo en 4 ocasiones presuntas muertes difundidas por diarios nacionales, viendo pasar de largo a 18 mandatarios y erigiéndose como el guerrillero más antiguo del mundo”. Tirofijo, como también se le conocía en la guerrillerada debido a su buena puntería, era hijo de campesinos de tendencias liberales.  Abandonó su hogar en Genova (Quindío) desde muy temprana edad para valerse por sí mismo, empleándose en varios oficios de la calle. Pero el verdadero punto de inflexión que marcó su vida fue El Bogotazo, hecho que lo obligó a alzarse en armas junto a un grupo de campesinos, con el propósito de defenderse de la chusma reinante, aunque luego aplicó la fuerza también a la ofensiva en contra del ejército. En 1964, ante el reiterado acoso de la armada nacional, Tirofijo junto a una docena de camaradas más, se vieron obligados a internarse en el monte. Desde ese momento su estatus de simple militante urbano evolucionó a líder revolucionario, fundando las FARC, movimiento inspirado en el Partido Comunista Colombiano PCC (sucursal soviética en Colombia) con firmes bases teóricas en el comunismo agrario. Inspirado por la gesta de Fidel Castro y persiguiendo la quijotesca empresa de instaurar la República Independiente de Marquetalia, su legado al país no ha sido otro que muerte y destrucción. El hombre de la toalla en el hombro, devorador de libros de táctica, astuto y hábil negociador, de aspecto recio, mirada dura y carácter cruel, será recordado más que por su vida misma por las miles de vidas que cegó a su paso. 

3. ALPHONSE GABRIEL CAPONE “AL CAPONE” “SCARFACE”

Hijo de inmigrantes italianos, abandonó sus estudios a los 14 años de edad para dedicarse a la carrera criminal, consiguiendo así su primer trabajo como guardaespaldas de un reconocido gánster, dada su corpulencia y amplio dominio de las técnicas de lucha callejera (precisamente fue en una pelea en un club donde sufrió varias cortadas en la cara, de allí el apodo de “Scarface – caracortada-“) A medida que se fue ganando la confianza de sus tutores fue creciendo su influencia en el bajo mundo del hampa. Pero hubo dos hechos que confluyeron para engrandecer el mito de Al Capone: “La ley seca y la gran depresión norteamericana de los años 20 y 30”. A partir de entonces se dedicó a acabar con todos las bandas rivales de Chicago (el hecho más recordado fue la masacre de San Valentín), quedándole el camino expedito para fundar su imperio del crimen, basado en el tráfico ilegal de bebidas alcohólicas y las redes clandestinas de juego y prostitución. Años más tarde y de manera poco ortodoxa, sería encarcelado, no por sus múltiples asesinatos y crímenes propios del negocio, sino por el delito de evasión de impuestos, gracias a la efectiva colaboración de la mítica fuerza policial “Los intocables de Eliot Ness”. Gran parte de los once años de purga los pasó en la isla prisión de Alcatraz, donde se convirtió en toda una celebridad. No obstante, fue allí donde comenzó su ocaso, debido al deterioro físico y mental causado por una sífilis mal tratada, adquirida probablemente en sus años mozos. Ya en libertad, encontró la muerte a raíz de un derrame cerebral ocasionado probablemente por su enfermedad de juventud. Así fueron los últimos días del italoamericano que odiaba los espaguetis  tanto como a las normas establecidas: “aislado del mundo y con su imperio en ruinas”.

2. PABLO EMILIO ESCOBAR GAVIRIA

Mencionar tan solo su nombre inspira miedo y evocar su áspera imagen provoca indignación. Ese es el sentimiento visceral que genera uno de los mafiosos más emblemáticos de la historia, que dejó tras de sí un legado de terror que difícilmente será olvidado. Pero su negra historia deberá ser perpetuada para evitar a toda costa que se repita. Pablo Escobar tuvo en jaque a todo un país, tres gobernantes sufrieron sus acciones diabólicas (Betancur, Barco y Gaviria), dos países se asociaron para exterminarlo (EEUU y Colombia), millones le temieron y cientos de miles lo sufrieron. El patrón, como se le conocía, llegó a ser el séptimo hombre más rico de su tiempo (aunque recientes investigaciones revelaron que su obscena fortuna le alcanzó incluso para estar entre los diez hombres más ricos de la historia de la humanidad). El gran capo de los gustos sencillos (le encantaba el arroz con huevo y se fascinaba con los Renaults 4) era un coleccionista consumado de mujeres hermosas y profesaba una admiración suprema por Pancho Villa. He aquí al hombre que se dio el lujo de hacer cambiar la constitución de un país (solo para eliminar la extradición), comprar favores a políticos de alto vuelo, asesinar a los líderes más influyentes de una generación; profesar una falsa filantropía para obtener el beneficio de los más pobres (creando así una inmensa red de informantes en la mayoría de los barrios marginales de Medellín), corromper a varios sectores de los poderes del estado y  jugar con las ilusiones de toda una nación. Este fue el hombre con mirada fría, inteligencia extrema y espíritu innoble, que marcó una de las eras más violentas y sanguinarias de Colombia en toda su historia.

1. OSAMA BIN LADEN

Multimillonario, Ingeniero graduado, proyecto de poeta, admirador enfermizo de Whitney Houston (entre sus planes estaba matar al también cantante Bobby Brown, esposo de la diva, para luego casarse con ella), adicto a la marihuana (tenía varias plantaciones en su complejo residencial), amante de la pornografía, enemigo acérrimo de occidente y según sus propias esposas: “ultraviolento en la cama”. La anterior descripción refleja la compleja personalidad del hombre que en su infancia se codeó con la realeza saudí, en su juventud combatió ferozmente contra los soviéticos en Afganistán (con la ayuda de EEUU) y que años más tarde emprendió una cruzada moderna en nombre de Alá, siendo declarado como el hombre más peligroso sobre la tierra. Osama Bin Laden, el terrorista por antonomasia, será recordado por protagonizar uno de los capítulos más negros e impactantes de la historia reciente de la humanidad, haciendo lucir como a un bebé en brazos al sistema de seguridad del imperio más poderoso del mundo (EEUU), y posteriormente por dejar en ridículo a sus fuerzas de inteligencia, que duraron 10 largos años tras su pista, para finalmente darle de baja en las afueras de Pakistán, antes de que lo hiciera un cáncer renal que padecía.

 

…En fin, los hay sanguinarios y crueles, otros leyendas vivientes, algunos verdaderos psicópatas, y otros tantos hasta pseudocelebridades; pero cualquiera sea la mirada, sus vidas formarán parte de la historia reciente de la humanidad, y como tal deben ser valoradas, independientemente de que su aporte haya sido nulo para el crecimiento universal contemporáneo, y que lejos de ser paradigmas dignos de emular, pueden darnos una pauta del signo trágico que acompaña a quienes se alejan del camino recto; enseñándonos de manera categórica que el crimen no paga.
Se han quedado por fuera de esta clasificación: “políticos corruptos (que son muchos y en Colombia pululan como plagas, nada más dar un vistazo al congreso de la República); líderes, gobernantes, reyes y príncipes de naciones (doblemente malos y crueles dada su investidura y rango); papas y altos jerarcas eclesiásticos (en las iglesias del mundo también hay especímenes de este tipo)”. Más bien, el patrón común a nuestros diez invitados es su asombrosa capacidad de ejercer oposición a los diferentes poderes del estado (que también tienen sus vicios y en demasía) y a su tenaz determinación para concretar sus exitosas empresas al margen de la ley.

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